Podría ser distancia emocional. Podría ser falta de intimidad física. Puede ser aburrimiento.
Hay muchas causas de infidelidad, pero los efectos son siempre los mismos: traumáticos.
La infidelidad trastorna un matrimonio como ningún otro acontecimiento o circunstancia que pueda ocurrir dentro de la relación. Están los aspectos emocionales de la traición y el dolor por la ruptura de los votos matrimoniales. También está la mala conducta física que podría cambiar para siempre el nivel de intimidad de la pareja
La pregunta es: ¿Cómo lo afrontamos? ¿Cómo miramos a los ojos a la infidelidad y curamos nuestra relación y a nosotros mismos de sus golpes? Después de que el adulterio haya asomado su fea cabeza, es un camino plagado de dolor y posiblemente solitario. Tenemos que estar preparados con algunas armas físicas y emocionales para protegernos.
Cuando ocurra en su relación, comprenda que no hay nada mejor que hacer ni un camino óptimo que tomar. Debes considerar qué es lo mejor para ti y para tu matrimonio. Dicho esto, hay algunas cosas universales a tener en cuenta para superar el proceso lo más ileso posible.
Sé sexualmente seguro
Tanto si eres tú el que ha sido abandonado como si es al revés, asegúrate de que ambos os hacéis las pruebas de ETS. Estar casado significa que sólo se debe tener una pareja sexual, y cuando alguien engaña, existe la posibilidad de que tanto el marido como la mujer se vean afectados
No tengáis relaciones sexuales sin protección hasta que os hayáis tomado el tiempo necesario para haceros estas pruebas. No importa lo arrepentido que esté el cónyuge infiel, no merece la pena correr el riesgo de contraer algo de la persona con la que se ha acostado promiscuamente.
No tomes decisiones a largo plazo en caliente
La sostenibilidad del matrimonio no puede decidirse a los pocos días o semanas de que la infidelidad salga a la luz. Tómate tu tiempo con el proceso y asegúrate de que cualquier decisión que tomes no sea por despecho o por amor. Tendemos a ser seres emocionales, pero necesitas tomarte un tiempo para dejar que tu mente racional asimile lo que está pasando.
Deja que las cosas se calmen, saca toda la información a la luz y toma una decisión basada en lo que es mejor para ti a largo plazo. Si te han engañado, tal vez necesites alejarte un poco y tener un tiempo para ti. Si eres tú quien ha puesto los cuernos, quizá necesites ver a un terapeuta y entender mejor por qué lo hiciste. En cualquier caso, la relación y el matrimonio necesitarán tiempo para sanar. No te precipites a quedarte en el matrimonio o a dejarlo de inmediato. Deja que pase el tiempo y comprueba cómo te sientes.
Rodéate de apoyo
Acércate a personas que te levanten el ánimo, ya sean amigos o familiares, un consejero o un terapeuta. Incluso si usted y su cónyuge deciden permanecer juntos, será extremadamente difícil si los dos están tratando de elevarse por encima de todo el dolor y la herida por su cuenta. Ambos necesitan acudir a personas en las que puedan confiar como un hombro sólido en el que apoyarse
Si decidís alejaros de vuestra relación, estar cerca de vuestras personas favoritas será aún más importante. Intentar superar esos momentos difíciles en solitario será una tortura. Las personas que sufren una infidelidad suelen tener problemas de autoestima, dependiendo de la gravedad de la transgresión. Debes asegurarte de que las personas que te rodean te recuerdan lo gran ser humano que eres. No pases por ello solo.
Acude a un profesional
Hablando de apoyo, busca un buen terapeuta o consejero que pueda ayudarte a atravesar estos duros momentos. Su experiencia se centra en ser objetivos y no juzgar mientras les cuentas lo que pasa en tu vida.
Si usted y su cónyuge están haciendo un intento honesto de salvar el matrimonio, un terapeuta debe ser innegociable. Los terapeutas se ganan la vida tratando situaciones delicadas como ésta y tienen ideas y tácticas que mucha gente no pensaría en aplicar
Si te estás alejando del matrimonio y estás empezando de nuevo, un terapeuta puede ser igual de crucial para tu curación personal. Vas a dejar un matrimonio en el que dependías en parte de otra persona para cosas como el amor, el aprecio y la valía. Un terapeuta o consejero te ayudará a convertirte con el tiempo en tu propio sistema de apoyo.
No intentes vengarte
Esta es una propuesta sin salida. Si buscas una conquista sexual o una conexión emocional con alguien que no sea tu cónyuge sólo para vengarte, estás haciendo más daño que sanando a la relación y a ti mismo. La frase «ojo por ojo» no se aplica aquí. La infidelidad es una tragedia en sí misma; tener sexo por venganza es duplicar ese trauma. Intenta superar tus emociones de una forma más sana.
Confía en tu intuición
Habrá muchos amigos y familiares que harán todo lo posible por indicarte lo que debes hacer una vez que te hayas convertido en víctima de una infidelidad. Acepta sus consejos (con la mayor objetividad posible), pero mantén el volumen de la voz dentro de tu cabeza a un nivel razonable
Tú y sólo tú sabes lo que te conviene y lo que te hará feliz. Si tu cónyuge cometió un error que puedes perdonar, hazlo. Si hizo algo que cambiará para siempre la forma en que lo ves, haciendo que nunca lo perdones, entonces aléjate.
No hay una única respuesta correcta, así que no pierdas el tiempo buscando una. Haz todo lo posible por averiguar lo que quieres y lo que te hará más feliz. No hay ninguna garantía de que tu cónyuge no vuelva a engañarte. No hay garantía de que tu matrimonio vuelva a ser amoroso aunque ellos no lo hagan. Confía en ti misma y en tus instintos y toma la mejor decisión que puedas.
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